El exceso de confianza es uno de los peores errores que puede cometer un artista marcial serio

 

El exceso de confianza es uno de los peores errores que puede cometer un artista marcial serio.

Por supuesto, las artes marciales nos ayudan a mejorar nuestra autoestima, es uno de sus principales beneficios.

Pero hay un límite, especialmente en lo relacionado a nuestras capacidades para defendernos de un ataque real.

Las artes marciales no nos otorgan superpoderes, y debemos estar 100% conscientes de esto.

Esto lo reconoció incluso el propio Gichin Funakoshi, el fundador del karate Shotokan, quien escribió una vez:

“Si se practica lo suficiente, cualquiera logra notables proezas, pero solo puede llegar hasta cierto punto. La fuerza física humana tiene un límite que nadie puede superar, por mucho que se entrene”.

Por supuesto, esto no significa que el arte marcial que tú has practicado por mucho tiempo, y en el que quizá seas reconocido, sea inútil para defenderse. Todas las artes marciales pueden ser útiles y efectivas para la defensa personal.

Pero sólo si se entrenan así.

De hecho, muchas veces hemos escuchado a practicantes de artes marciales decir frases como: “Lo que yo sé y lo que entreno en mi dojo me servirá al 100% para defenderme”.

O: “Una vez, alguien me quiso atacar y me defendí y lo puse fuera de combate sin problema”.

Perfecto, felicitaciones.

Pero esto no significa que siempre será así.

Esa es una de las diferencias más preocupantes entre quienes entrenan defensa personal, y quienes practican artes marciales.

El artista marcial generalmente peca de exceso de confianza, de estar perfectamente seguro de que su entrenamiento le va a ayudar a salir airoso de un ataque en todo momento.

En cambio, el experto en defensa personal generalmente duda hasta de sí mismo. Nunca se confía.

Porque sabe que hay muchas variables en la calle, donde el ambiente es muy distinto al ambiente controlado del dojo. Sabe que si algo puede salir mal, seguramente saldrá mal.

Por eso se mantiene en constante entrenamiento, tratando de encontrarle fallos a sus habilidades, a sus capacidades, ANTES de que un atacante los encuentre en la calle.

El artista marcial siempre confía: el experto en defensa personal siempre desconfía.

En la imagen de esta publicación ilustramos estas dos mentalidades con fotos de dos superhéroes famosos: Batman y el Chapulín Colorado.

Los artistas marciales generalmente creen que sus habilidades de defensa personal se equiparan a Batman.

Pero en la realidad, la inmensa mayoría de ellos entrenan como el Chapulín Colorado, algunos hasta de manera igual de cómica.

Y esas son precisamente las habilidades defensivas que desarrollarán: cómicas.

A la hora de la verdad, lamentablemente así es como van a reaccionar.

El shock que su ego va a sufrir será devastador (por no mencionar el daño físico potencial),

No estamos diciendo que así sea siempre. Quizá tu instructor o tu dojo sean distintos, y sí se preocupen por entrenar constantemente, sin dormirse en sus laureles.

Pero hay bastantes practicantes de artes marciales que se creen Batman, pero a la hora de la verdad, resultan ser el Chapulín Colorado.

Nosotros creemos que debe ser al revés:

Siempre debemos pensar que nuestra habilidades para defendernos están al nivel del Chapulín Colorado.

Y por esto mismo, siempre debemos entrenar como Batman.

Constantemente.

🙇‍♂️

(29 de enero de 2021)

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